Primera impresión: Jinrui wa Suitai Shimashita

Jinrui wa Suitai Shimashita

 

            La fantasía es un tema común dentro del animé; casi todas las series tratan o hablan de eso, y Jinrui wa Suitai Shimashita no es una excepción. Sin embargo, la cualidad que separa este animé de otros es cómo ejecuta sus elementos fantasiosos para crear un mundo futurístico. No hay tecnología científicamente abrumadora ni magia insolente con sus locuras, pero el mundo de Jintai (cómo se acorta el título) es un gran misterio que se resolverá paso a paso.

            En un futuro en que la población humana ha decaído, las hadas han surgido. Son más que los humanos, y muy poco se sabe de ellos. Para tener relaciones políticas con ellos, la ONU tiene a una agente que funciona como mediadora entre los humanos y las hadas: la protagonista de Jintai. Ella no tiene un nombre dado, pero a través del primer capítulo es referida como «Watashi» u «Okashi-chan» (el primero se traduce a «Yo» y el segundo a «Señorita Dulces», así que por preferencia me referiré a ella con el segundo). Okashi-chan siempre tiene comentarios para que la audiencia entienda más el mundo y la situación cotidiana. Ella tiene un abuelo, Sofu, y un asistente, Joshu-san. Los nombres de estos personajes son exactamente lo que son: Sofu significa abuelo y Joashu-san, asistente. La extrañez del primer capítulo aumenta cuando Okashi-chan ve corriendo por las afueras del pueblo una gallina desplumada y decapitada con la marca de las hadas. Ella luego busca, junto con los otros dos personajes y un ayudante más, el origen de cosa tan insólita.

            En el primer capítulo de Jintai se presentan varios temas maduros e importantes para la sociedad moderna. Uno de ellos es la decaída de la población humana y sus efectos. Quizá unas personas no lo sepan, pero la población de Japón está disminuyendo rápidamente, tal como está sucediendo en unos países europeos y otros asiáticos. Los efectos de esta decaída son muchos y complicados de explicar, la razón por la que no hablaré de ellos aquí. Otro tema del que habla el capítulo es cómo los humanos modernos no quieren alimentarse de otros animales porque les dan lástima. Una serie que habla de temas contemporáneos con habilidad es buena para seguir. Jintai cumple con esto excelentemente.

            Lo absurdo abunda con las hadas, y lo humano, con Okashi-chan. El misterio de esta serie es grande, y talvez casi interminable. Habrá mucho que esperar y que contar. Quizá no sea una fantasía bombástica, pero Jintai tiene sus curiosidades llamativas.